Jaffa
Un laberinto de calles estrechas y edificios de piedra caliza dan forma a la antigua ciudad de Jaffa, el latido permanente de la historia de Tel Aviv. Este antiguo enclave comercial no solo se ha convertido en hogar de artistas y bohemios, sino en la mejor atracción turística de Tel Aviv.
Dejando atrás los imponentes rascacielos de Tel Aviv, su abarrotado paseo marítimo y sus modernos mercados gourmet, se esconde un pedacito de historia marcada por las huellas de cananeos, bizantinos, otomanos y cruzados. Estos y otros pueblos dieron forma a lo que hoy en día conocemos como la antigua ciudad de Jaffa.
Visitar Jaffa significa viajar al pasado. El esplendor comercial que un día vivió esta ciudad portuaria sigue brillando y atrapando a quienes se pierden por sus calles estrechas, sus escaleras de piedra y sus callejones sin salida.
La similitud de las casas de Jaffa solo se ve rota por las puertas y ventanas azules que tiñen las fachadas y por los coloridos escaparates de sus galerías de arte.
Historia de Jaffa
La ciudad portuaria de Jaffa aparece en unas tablas del Antiguo Egipto de hace más de cuatro mil años. Se sabe, por tanto, que el Puerto de Jaffa estuvo en uso desde la Edad de Bronce y que sus primeros habitantes fueron los cananeos, seguidos por bizantinos, islámicos, cruzados, otomanos y hasta el mismísimo Napoleón Bonaparte.
A mediados del siglo XX, Jaffa estaba bajo el Mandato Británico. Tras la guerra árabe-israelí que sacudió a todo el país, Jaffa pasó de estar mayoritariamente habitada por árabes a ser un núcleo principalmente judío.
En 1954, las dos ciudades se unieron dando origen a Tel Aviv-Yafo y Jaffa pasó a ser un barrio más de Tel Aviv.
Qué ver en Jaffa
- Galerías de arte: el principal atractivo de Jaffa, más allá de su arquitectura, son las galerías de arte que salpican las calles empedradas de este histórico barrio. Los coloridos escaparates de las tiendas y de los talleres artesanales captan la atención de todas las miradas. ¡Y no es para menos!
- Casa de Simón el Curtidor: la reliquia histórica más importante de Jaffa es la Casa de Simón el Curtidor, donde el apóstol Pedro se hospedó y tuvo una visión con animales impuros.
- Signos del zodiaco: paseando por Jaffa encontraréis azulejos de color azul con los diferentes signos del zodiaco, tanto en las placas de las calles como en los portales de las viviendas, una fuente zodiacal y un mural en el suelo con los doce signos del zodiaco.
- Árbol flotante: escondido en una de las plazas de Jaffa se encuentra un naranjo flotante, símbolo de la ciudad y de la eternidad de la milenaria Jaffa.
- Puerta egipcia de Ramsés II: el yacimiento arqueológico más antiguo de Jaffa es la Puerta de Ramsés II, que data del año 1400 a.C. Se trata de la antigua puerta de acceso a la ciudad portuaria cuando Jaffa estaba en manos de Egipto y cuenta con inscripciones basadas en las originales.
Hoy en día, Jaffa (Yafo en hebreo) cuenta con unos 50.000 habitantes, la mayoría judíos y una cuarta parte árabes. Aunque actualmente las dos religiones conviven en paz, el barrio de Jaffa fue muy castigado durante la guerra árabe-judía y muchas partes se encuentran todavía en proceso de restauración.
Jaffa está habitado en su mayoría por artistas, que encontraron inspiración en las históricas calles del barrio y abrieron aquí sus talleres artesanales.
Imprescindible
Jaffa es el corazón de Tel Aviv, sus raíces y su presente más auténtico. Visitar la antigua ciudad de Jaffa es imprescindible para entender la apariencia actual de Tel Aviv y disfrutar de todos los atractivos turísticos que rodean a la ciudad portuaria: la Iglesia de San Pedro, el Mercado de las Pulgas, el Puerto de Jaffa, la Torre del Reloj y mucho más.
Transporte
Autobús: líneas 10, 13, 18 y 44.